5/10/08

Conversasión Dominical

Hace tiempo, un domingo en el que fui a misa, se me ocurrió algo que le podría aconsejar a los sacerdotes. Sin embargo, esa idea fue creandome frustración, no encuentro el momento de platicarselo a cualquier sacerdote.

Comunmente en misa es facil que me distraiga, se que en la carrera de teología dan declamacion, pero cielos!, de verdad que unos padres se perdieron unas cuantas clases. Pero las pocas veces en que si pongo un poco de mi atención, y es particularmente cuando no estoy de acuerdo con lo que sermonea el padre, me gustaria contestarle, decirle que es lo que yo pienso sobre lo que esta diciendo, que sepa lo que los demas piensan. Pues de que forma tan cómoda da la palabra de Dios: Lo que yo digo es lo correcto y no me importa lo que piensen los demás.
Y no solo me gustaría poder hacer eso simplemente para poder contradecir a un padre (se que el padre es tan humano como yo y los humanos pueden estar en lo correcto), si no para que el padre me de la retroalimentación, osea, que sea un debate justo.
Y podrían decir, porque no simplemente hablas cuando creas necesario en la misa?
Pues simplemente es por falta de confianza... no se, tendré que esperar al siguiente concilio vaticano a que cambien la forma de dar la misa...

1 comentarios:

Fabian dijo...

El otro día fui a una misa en la que sali... sorprendido. Mientras el padre hablaba, hablaba de eso mismo que dices tu, que la iglesia deberia permitir ciertas cosas, que deberia abrirse.
Pero el padre logró acomodar el tema a tal grado que les lavó el cerebro a todos los de ahí... creo que los que creen realmente son los que creen ciegamente en cualquier cosa... (no quiero dar nombres pero cierta persona sabe a que me refiero jajaja)