Miedo a la decepción, pero no tan a lo profundo

Lo malo de disfrutar algo muy bueno es no saber qué pasará la siguiente vez que lo vuelvas a hacer, o que vuelvas a leer el mismo autor, o escuchar la misma banda, porque sientes que quedarás decepcionado.

Esa manía me ha seguido toda mi corta vida. A Coldplay lo conocí por su disco X&Y (una larga historia que en definitiva se merece una entrada completa), y cuando terminé enamorado de la banda sentía miedo de escuchar sus otros discos, tenía miedo de salir decepcionado; que por cierto, con la música soy en extremo crítico, casi ninguna banda sobrevive a las peligrosas pruebas que suceden en mis oídos, y ni siquiera yo entiendo cuales son. Cuando conocí a Pérez-Reverte por el fascinante libro de “El Club Dumas”, tenía miedo de leer otra obra suya y salir decepcionado. Pero terminé siendo su fan con “La Reina del Sur” y “La Tabla de Flandes”. Y así hay bastantes ejemplos en mi vida. Me pregunto si hay alguien que le suceda lo mismo.

¿Porqué estoy escribiendo esto?, yo mismo me lo pregunto, mi memoria no puede retener nada interesante por más de un minuto. Lo único que recuerdo es que encontré algo nuevo que me encanta, pero tengo miedo de salir decepcionado.