El patético orgullo

Ya comencé vacaciones, y puedo mantenerme en el Messenger largos ratos, y poniendo atención a la conversación. Ayer en uno de esos ratos me habla un conocido, de esos que nada más lo llamarías amigo porque o lo conoces de mucho tiempo o sientes que esa persona te considera un amigo. “Que pedo we, ando bien pedo” me dice. “Que orgullo…” le contesto.

Ese tipo de personas me dan igual en todo sentido, hay miles de ellas, que llegan y te dicen lo mismo de siempre y que sinceramente me la pienso dos veces antes de creerles todo: “No mames, me puse super pedísimo el otro día”, “We, estoy bien crudo hoy”, “Como me puse ayer”. Y no falta la persona que lo apoya (y que para rematar lo patético que puede resultar todo esto, se siente orgullos@ de haber estado en una fiesta de mucho alcohol): “Este wey se puso super pedo, debiste haberlo visto”, “Ayer todo mundo estaba super borracho”. Y entonces llega el realista: “Wey claro que no estábamos tan pedos”, y le contesta “ay, bueno, pues si estaban algo tomados”.

El caso de mi… amigo… es que no tiene vida, más que según él, el football. Ya podrán ir construyendo su gran perfil; a veces no sé si tendrá amigos… de verdad.

A mi casi no me gusta el alcohol, excepto en los vinos, y una persona que le guste mostrar lo mucho que le gusta el alcohol o lo mucho que le gusta caer en sus efectos, es digna de no mantener una seria relación con ella. Claro que hay unas, o debería decir una, pequeña excepción, pero con sus debidas razones. Una persona con las anteriores características, es lo que compone mi perfil de patético, y me dan pena. No diré que no hay cosa más patética, pero es en extremo patético ponerte orgulloso de lo patético que eres al tomar; y si toda la gente repitiera el patrón de mi conocido, ya ni que decir de lo patético que puede llegar a ser en otros ámbitos.

Así que por favor, no sean patéticos, valga la redundancia, que de verdad aburren. Y si es que, como algunos dicen, necesitaban tomar para ahogar sus penas o por cualquier otra pendejada, guárdense sus aburridos comentarios.