5/7/09

Nunca lo intentes

Con pocas personas se puede discutir sobre cualquier cosa. La discusión para mí es la forma más fácil de dar a conocer tu opinión y a la vez conocer otras, que por más difieran de la mía las escucho con gusto. Y ahí está el detalle, la mayoría de las veces yo soy el único escuchando, los demás ávidos de atacar sólo interrumpen mis argumentos aunque momentos antes ya hubiera escuchado los suyos por cinco minutos. No busco convertir las discusiones en un debate, con moderador de por medio y un reloj midiéndonos el tiempo, pero escuchar es la clave para entender y así muchos abrirían su mente, y tan siquiera lograría hablar.

Ayer me encontré en una discusión, no para defender alguna idea en especial, sino para defenderme a mí mismo. Un consejo: nunca intenten ganar una discusión con el objetivo de que todos terminen de acuerdo contigo, nunca. Porque la mejor forma de ganar (sobre todo si estás siendo acusado por cualquier razón injustificada) es ser tu mismo el que termine la discusión (o pelea en mi caso). Cómo terminarla depende de tu creatividad: cínicamente utilizando un, “tal vez esto fue un malentendido y no quiero pelear. Nos vemos, tengo cosas que hacer”, o tan seco como un, “me aburres” y salir del cuarto; termina la discusión y sal con una sonrisa en el rostro. Nada los hará enojar más.

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